"La noche del 15 de julio nuestro país fue sometido a una de las traiciones más despreciables, más imprudentes y más sangrientas de nuestra historia política", dijo el viernes el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, durante un encuentro mantenido en Ankara, la capital de Turquía, con su homólogo kazajo, Nursultan Nazarbayev.
Para el presidente turco, el fallido golpe militar en Turquía reveló el "lado oscuro" del movimiento de Fethulá Gülen y sus "astutos planes".
La noche del 15 de julio nuestro país fue sometido a una de las traiciones más despreciables, más imprudentes y más sangrientas de nuestra historia política", dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan
Turquía se encuentra desde el pasado 20 de julio en estado de emergencia, cinco días después de un golpe de Estado fallido, en el que un grupo de mandos militares anunció tener el control del país.
Para Ankara, el frustrado golpe, que acabó con la vida de 265 personas e hirió a 2197 más, fue un plan organizado por Gülen, mientras que este refuta firmemente cualquier participación en la asonada y advierte que la medida podría haber sido orquestada por el propio Gobierno turco para purgar a los opositores.
El viernes, los abogados de Gülen manifestaron en una conferencia de prensa en Washington, capital estadounidense, que temían por la vida del líder opositor, agregando que esperan que se mantenga en su complejo en Pennsylvania (noreste de EE.UU.), donde vive en exilio autoimpuesto desde 1999.
Ante la negativa de Washington a extraditar a Turquía a Gülen, un tribunal de Estambul emitió el jueves una orden de arresto contra el líder opositor, acusándolo de haber ordenado el fallido golpe de Estado. Este procedimiento permitirá a Ankara realizar una demanda formal de extradición a Washington para Gülen.
En menos de un mes del fallido intento de golpe, el Gobierno turco ha despedido o detenido a más de 60.000 personas en las Fuerzas Armadas, el poder judicial, la administración pública y la educación, por acusaciones de haber participado en la asonada y por sus supuestos vínculos con Gülen.
En su encuentro el viernes con Erdogan, el presidente kazajo prometió, a su vez, repatriar a cualquier profesor o estudiante turco vinculado con Gülen.
Según informes, Erdogan pidió a Astaná que coopere con el país euroasiático en encontrar una lista de 33 colegios vinculados con Gülen. "Si hay maestros con enlaces (con Gülen), los enviaremos de nuevo y pediremos al Gobierno turco que envíe otros maestros", dijo Nazarbayev en alusión a los profesores turcos que imparten clases en Kazajistán.
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