En un comunicado publicado el miércoles, el Movimiento Islámico en Nigeria (IMN, por sus siglas en inglés) ha denunciado que el Gobierno nigeriano, a través de los agentes de seguridad que envió junto con Al-Zakzaky a La India, ha tratado de “impedir a los médicos que ofrezcan tratamiento de emergencia” al líder musulmán.
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La nota destaca que los agentes de seguridad nigerianos enviados a La India están coludidos con agentes de seguridad extranjeros, que podrían trabajan para el Gobierno estadounidense.
El IMN ha citado a una fuente, la cual ha revelado que, antes de la llegada de Al-Zakzaky al Hospital Medanta de Nueva Delhi (capital india), “los funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La India instruyeron a la gerencia del hospital para que no admitiera al sheij allí”.
Incluso cuando los médicos esperaban con entusiasmo recibir al sheij para salvar su vida, los agentes secretos estadounidenses han amenazado a los funcionarios del hospital de no seguir adelante para tratar al sheij (Ibrahim al-Zakzaky) en el hospital” de La India, ha indicado el Movimiento Islámico en Nigeria (IMN, por sus siglas en inglés) citando a una fuente.
“Incluso cuando los médicos esperaban con entusiasmo recibir al sheij para salvarle la vida, los agentes secretos estadounidenses han amenazado a los funcionarios del hospital para que no sigan con el tratamiento del sheij en el hospital”, ha destapado la fuente.
El IMN, en su comunicado, ha instado a la comunidad internacional a reclamar al Gobierno de Nigeria “que deje de jugar con la vida del inocente líder” musulmán Al-Zakzaky, fundador de este movimiento nigeriano.
El prominente líder musulmán junto con su esposa llegó el martes a Nueva Delhi procedentes de Abuya (capital nigeriana), e inmediatamente fue trasladado al hospital para recibir tratamiento médico.
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Al-Zakzaky y su esposa fueron detenidos en diciembre de 2015, tras una violenta redada policial en su residencia en la ciudad norteña de Zaria, en el estado de Kaduna. Durante el brutal arresto, apoyado por las fuerzas saudíes, tres de sus hijos perdieron la vida, su esposa sufrió heridas graves y más de 300 de sus seguidores fueron asesinados.
El Gobierno nigeriano permitió la salida de Al-Zakzaky bajo fianza en conformidad con la sentencia de una corte, según la cual, el prominente líder musulmán debía recibir tratamiento médico debido a su precario estado de salud.
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