Activistas y expertos afrodescendientes e indígenas insisten en la urgencia de visibilizar la discriminación racial como un fenómeno vigente y violento que atraviesa la vida de millones de personas en México. Lo denunciaron durante un conversatorio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México.
Las consecuencias de la deuda histórica del estado mexicano con sus poblaciones afrodescendientes e indígenas se viven aún hoy en contextos donde su existencia sigue siendo subestimada, según manifiestan, pese a cuotas de inclusión y campañas de prevención.
En México viven 2 576 213 personas que se reconocen como afromexicanas y representan el 2 por ciento de la población total del país. Las personas indígenas, en cambio, representan el 19,4 por ciento de la población total, unos 23,2 millones. Ambos grupos mantienen los peores indicadores sociales y económicos del país.
Desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos aseguran que buscan combatir la discriminación y el racismo. Desde el activismo reclaman darle la gravedad necesaria a un fenómeno que denuncian cotidiano.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México
ffa/rba