Los migrantes buscan poder conseguir asilo y entrar en territorio estadounidense.
Después de treinta días de camino y haber recorrido unos cuatro mil kilómetros, decenas de migrantes centroamericanos, la mayoría hondureños, alcanzaron la frontera México-Estados Unidos.
Este primer grupo de la caravana inicial, que incluye hombres y mujeres, así como niños, adolescentes y adultos mayores, llegó a Tijuana en nueve autobuses.
Ahora planean solicitar asilo a las autoridades estadounidenses en los próximos días, con el fin de poder iniciar una nueva vida, lejos de la violencia y las dificultades económicas que han sufrido en sus países de origen.
Por otra parte, integrantes de la segunda caravana, unas 1 mil 200 personas, continúan llegando a Ciudad de México, donde descansan en un complejo deportivo en el oriente de la capital azteca.
Otros 2 mil migrantes, procedentes en su mayoría de El Salvador, partieron la víspera de Sayula, estado oriental de Veracruz, hacia Puebla, en el centro.
Una cuarta caravana, también de salvadoreños, está dividida entre los estados de Oaxaca y Veracruz.
México ha ofrecido refugio, asilo o visas de trabajo a los migrantes, pero la mayoría ha preferido continuar el viaje hacia EE.UU.
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