Por medio de un comunicado publicado el jueves, la Resistencia Islámica de Irak, compuesta por grupos antiterroristas iraquíes, se atribuyó ataques contra una “base de ocupación cerca del aeropuerto de Erbil en el norte de Irak”, así como la base aérea de Ain al-Asad, en la provincia occidental de al-Anbar.
Según la nota, las ofensivas con aviones no tripulados se produjeron “como continuación de nuestro camino de resistencia contra las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak y toda la región”.
Desde EE.UU., un funcionario del Departamento de Defensa (Pentágono), entrevistado por el canal Al Jazeera, ha confirmado ataques con aviones teledirigidos contra las fuerzas norteamericanas en Erbil, capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Los ataques también se consideran como “respuesta a las masacres cometidas por la entidad sionista contra nuestro pueblo en Gaza”, agrega el comunicado. Al concluir su declaración, la Resistencia Islámica de Irak prometió “seguir atacando las fortalezas del enemigo”.
El sentimiento antiestadounidense en Irak ha llegado a su punto álgido en los últimos meses, tras el inicio de la guerra genocida del régimen israelí contra la Franja de Gaza, con un saldo de al menos 25 900 palestinos muertos, que goza de incondicional apoyo militar y político de Washington.
El miércoles, tras un ataque de Estados Unidos contra las bases de la Resistencia en el norte de Irak, este último informó del inicio de la segunda fase de operaciones contra las posiciones que domina el país norteamericano, que la Resistencia las califica de bases de ocupación.
El mismo jueves, el Ministerio iraquí de Asuntos Exteriores en un comunicado afirmó que Bagdad y Washington han acordado iniciar conversaciones sobre la retirada de las fuerzas de la coalición liderada por EE.UU. del país mesopotámico.
