Las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) “suponen un poder aplastante en manos de Irak para proteger al pueblo, el territorio y los santuarios sagrados”, dijo el jueves el líder de tales fuerzas, Faleh al-Fayaz.
Conforme destacó, las fuerzas populares iraquíes forman parte del sistema de seguridad del país árabe y están comprometidas con todas las órdenes emitidas por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Irak, Mustafa al-Kazemi.
Al-Fayaz, asimismo, alabó la valentía y el papel determinante del subcomandante de Al-Hashad Al-Shabi, Abu Mahdi al-Muhandis, y el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, —caídos mártires en enero pasado en un atentado terrorista estadounidense en Irak—, en la liberación de Irak de las garras del terrorismo takfirí.
Irak celebró el jueves el 3.º aniversario de su victoria sobre el grupo takfirí Daesh. No obstante, el Ejército y las fuerzas populares de Irak aún enfrentan las actividades de las células durmientes de esa agrupación y, por tanto, han hecho máximos esfuerzos para detener su avance.
En esta línea, las fuerzas iraquíes mantienen operaciones de gran envergadura en las provincias de Kirkuk (norte), Salah al-Din (centro) y Diyala (este), entre otras, para perseguir a los restantes elementos de Daesh.
Bagdad responsabiliza a EE.UU. del aumento de los ataques terroristas, debido al apoyo que brinda a los grupos extremistas para que provoquen el caos y justificar así la presencia “ilegal” de las tropas norteamericanas.
Entretanto, la Resistencia iraquí ha advertido que iniciará una “guerra de desgaste” contra las fuerzas militares estadounidenses, si no abandonan el país árabe.
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