Maradona no fue solo una leyenda del fútbol, sino también el futbolista más antimperialista del mundo, quien rechazó en 2005 la presencia del entonces presidente estadounidense, George W. Bush, en Argentina.
En 1986 creó una leyenda con dos golazos ante los ingleses en un partido que se considera una venganza contra la guerra de las Malvinas y la reindivicación de la soberanía de Argentina.
Maradona tenía empatía con muchos líderes progresistas de América Latina, como el líder cubano Fidel Castro, con quien coincide en el día de su partida: 25 de noviembre. Campeón del campo, también se convirtió fuera de la cancha en el campeón de los oprimidos, como los palestinos.
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