Francia celebra su día nacional, el Día de la Bastilla, en medio de manifestaciones y enfrentamientos. Trabajadores de la salud marcharon en París (la capital) para protestar por la falta de equipo y personal médico en los hospitales públicos, durante la pandemia del coronavirus.
También hubo protestas contra la violencia policial, la injusticia racial y contra las políticas del presidente Emmanuel Macron, que los manifestantes dicen favorece a los ricos, reduce puestos de trabajo y aumenta la pobreza y el desempleo. Un grupo de manifestantes tenían chalecos amarillos, como símbolo del movimiento que realiza protestas desde 2018 contra Macron.
Protestamos por toda la situación de nuestra vida, desde las condiciones laborales, hasta los precios e impuestos, etc. Nada ha cambiado desde hace un año y medio. El Gobierno, para mí y para muchos otros chalecos amarillos, no ha hecho nada sino puras palabras.
Los indignados se enfrentaron con policías que intentaban dispersarlos con gases lacrimógenos. Varios personas fueron detenidas. Docenas de vehículos también fueron incendiados en los choques.
Mientras los manifestantes llamaban la atención sobre los fallos del gobierno durante la pandemia, el presidente galo participó en una ceremonia en la que alabó el éxito de trabajadores de salud y otros que lucharon contra la pandemia.
Macron enfrenta una crisis de popularidad en los últimos meses. Su partido sufrió una contundente derrota en las elecciones municipales de junio y tuvo que cambiar su gabinete con una gira hacia la derecha.
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