Los trabajadores de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF, por sus siglas en inglés) se oponen a la reforma gubernamental de la que dicen que rompe el servicio público privatizando líneas y degradando las condiciones de trabajo.
Francia conoce una nueva jornada de huelga de los trabajadores de la compañía nacional de ferrocarriles. El 50 % de los trenes regionales no circulan, ni tampoco lo hace el 40 % de los de cercanías. Trabajadores que se han concentrado ante las puertas del Senado en París, capital de Francia, donde se inicia el debate parlamentario sobre la reforma del ferrocarril a la que se oponen.
Desde las filas de la mayoría presidencial se pide a los huelguistas que paren la huelga pues consideran que no sirve para nada ya que la reforma va a ser aprobada. Frente a los argumentos del gobierno, que habla de avances sociales, los ferroviarios hablan de precarización, privatización y destrucción del servicio público.
La huelga que alcanza su vigésimo cuarto día tiene un coste económico para los trabajadores que ven como sus nóminas, ya de por si bajas, disminuyen. Un colecta para ayudarles ha recogido 1 160 000€. Huelguistas que denuncian el juego sucio y las presiones para intentar romper el movimiento social.
La presión sobre los trabajadores huelguistas es enorme. Presión del gobierno, de la dirección de la empresa y hasta de los partidos conservadores de la oposición parlamentaria, pero estos trabajadores ya han anunciado que van a seguir con el movimiento al menos hasta el próximo 28 de junio.
Juan José Dorado, París.
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