De acuerdo con la cadena libanesa de televisión Al-Mayadeen, sus declaraciones se pronunciaron durante una reunión que mantuvo el jueves por la noche con delegaciones diplomáticas francesas en París (capital gala).
En este encuentro, Macron habló de los problemas más desafiantes del mundo actual sobre todo la situación en el Oriente Medio, pues hizo hincapié en la importancia de las negociaciones entre el Gobierno sirio y los grupos opositores para alcanzar una solución política.
A continuación, el jefe de Estado de Francia hizo alusión a la crisis iraquí y lucha anti-EIIL en este país árabe, mostrando su esperanza de que todos los grupos no afiliados con el Ejército iraquí que participaron en esta lucha depongan sus armas.
Aunque no hizo una mención directa, dadas sus posturas anteriores, se refería a las Unidades de Movilización Popular iraquíes (Al-Hashad Al-Shabi), que forman parte el Ejército iraquí desde junio de 2016, y las llamadas para su disolución que han provocado la ira de Bagdad, considerándolas como intervención en sus asuntos internos y un acto irrespetuoso contra las Fuerzas Armadas de Irak.
En otro momento de su discurso, Macron subrayó que todos deben esforzarse para establecer y garantizar la paz y estabilidad en el Oriente Medio, pero al mismo tiempo advirtió de que esta paz debe ser alcanzada de manera que evite la formación de nuevas bandas terroristas en esta región.
Para acabar, el dignatario galo informó de la celebración de conferencias internacionales el próximo mes de abril para abordar cómo se debe luchar contra la financiación del terrorismo. Esto viene mientras que muchos informes revelaron el apoyo financiero e incluso militar de los aliados más cercanos de París, como EE.UU. e Israel, a los grupos terroristas y armados en Siria.
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