Sigue el enojo de los agricultores en Francia y otros países de Europa por cuarto día consecutivo. En Bruselas, Bélgica, a pocos metros de la sede del Parlamento Europeo, prendieron fuego. Reclaman lograr mejores precios para los productos y reducir una excesiva regla que obstaculiza sus labores. Sin embargo, las autoridades europeas no los escuchan.
Los agricultores belgas, en su mayoría, fueron repelidos por la policía por sus enfrentamientos. Y por otro lado, en tierras francesas, se registraron centenares de bloqueos en carreteras, incluidas vías que conducen a París. Los agricultores franceses exigen al gobierno una respuesta por escrito.
Aunque los gobiernos europeos, y en particular el francés, intentaron responder a las demandas, para los agricultores las medidas del Gobierno son indefinidas.
Mientras la Unión Europea responde al sector, algunos países adoptan sus medidas. En Francia, las regulaciones propuestas por el Gobierno de Macron, no satisfacen a los agricultores, por tanto, han decidido seguir movilizados hasta llegar a su meta. Una meta que cada vez más distante.
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