• El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ofrece discurso en el Parlamento de Austria, en Viena, 5 de octubre de 2018.
Publicada: sábado, 6 de octubre de 2018 2:44
Actualizada: sábado, 6 de octubre de 2018 3:13

El presidente de la Comisión Europea advierte de una nueva guerra en los Balcanes, si los países de esta región no ven una perspectiva de adhesión a la UE.

“Si robamos a los Balcanes occidentales de las perspectivas de adhesión, en este entorno muy complejo en Europa (…) Más pronto que tarde experimentaremos lo que experimentamos en los Balcanes en los 90”, ha avisado este viernes Jean-Claude Juncker, durante un discurso en el Parlamento de Austria.

Con estos comentarios, el jefe de la Comisión Europea (CE) se ha referido a la guerra de desintegración de la antigua Yugoslavia (1991-1995), o la de los Balcanes, que resultó en 20 000 muertos, 55 000 heridos y más de 3000 desaparecidos.

De momento, solo Eslovenia y Croacia han sido aceptadas como miembros de la Unión Europea (UE), mientras, otros países balcánicos, como Bosnia, Albania, Serbia, Macedonia, Montenegro y Kosovo, que se encuentran actualmente en diferentes etapas de las negociaciones de adhesión, consideran que el bloque europeo no es serio en su ofrecimiento de una futura membresía.

Si robamos a los Balcanes occidentales de las perspectivas de adhesión, en este entorno muy complejo en Europa (…) Más pronto que tarde experimentaremos lo que experimentamos en los Balcanes en los 90”, ha avisado Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

 

En otra parte de sus declaraciones, sobre las relaciones UE-Rusia, muy deterioradas por la crisis de Ucrania, Juncker señala que Europa solo podrá consolidar un sistema de seguridad de largo alcance en cooperación con Moscú.

“A pesar de todos los problemas, no podemos olvidar que somos vecinos y que sólo podemos diseñar una arquitectura de seguridad permanente en cooperación de Rusia”, ha resaltado.

Rusia y el Occidente no han superado las tensiones que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia en 2014. La situación entre ambas partes se ha agudizado con la militarización de Europa por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos. 

Moscú denuncia insistentemente que la expansión militar de la Alianza Atlántica cerca de sus fronteras supone una amenaza directa para su seguridad nacional.

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