“Durante mucho tiempo no hemos estado en condiciones de desempeñar un papel geopolítico a nivel mundial”, ha reconocido este sábado en su intervención en el foro el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, matizando que “las circunstancias” llevan ahora a la Unión Europea (UE) a “tener que esforzarse por desempeñar más ese papel”.
Juncker ha asegurado, en todo caso, que esa voluntad de asumir un papel en la política internacional no entrará en conflicto con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ni con Washington. “Sí, nos queremos emancipar, pero no emanciparnos contra la OTAN o Estados Unidos”, ha dicho el alto funcionario.
Entre los dirigentes nacionales, el ministro de Exteriores y vicecanciller de Alemania, Sigmar Gabriel, ha destacado por la vehemencia de su apoyo a un mayor protagonismo internacional, además de sus críticas a la falta de fiabilidad de la Administración del actual presidente de EE.UU., Donald Trump.
En un contexto marcado por los intentos de Trump por socavar el acuerdo nuclear internacional de 2015 sobre el programa de energía nuclear iraní, el JCPOA (siglas en inglés de Plan Integral de Acción Conjunta), el mandatario alemán ha confesado tener dificultad en interpretar la política exterior estadounidense: “¿Tenemos que medirlos por los hechos, las palabras o los tuits?”, ha dicho.
“Europa necesita proyectar su poder hacia el mundo de forma conjunta” con una mayor actividad militar más allá de sus fronteras, ha dicho Gabriel, quien ha descrito a los europeos como “los únicos vegetarianos” y ha dicho que “lo van a tener difícil en un mundo de carnívoros”.
El primer ministro de Francia (durante décadas, segundo país del “motor europeo” tras Alemania), Édouard Philippe, ha reclamado un compromiso con el desarrollo militar para crear una estrategia común, o de lo contrario “la Europa de la defensa (…) seguirá siendo por mucho tiempo un mero objeto de conversación”.
En cuanto al jefe del Gobierno austriaco, Sebastian Kurz, ha asimilado el bloque europeo a un “matrimonio de viejos” y ha centrado su intervención en la conferencia en hacer un llamado a la unidad, para evitar que “el lema de la UE cambie de ‘unidos en la diversidad’ a ‘divididos en la unidad’”.
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