La marcha, convocada por la Campaña de Solidaridad Palestina (PSC, por sus siglas en inglés), se celebró el viernes frente al estadio de Hampden, antes del primer partido de la Liga de Naciones entre el equipo nacional de Escocia e Israel.
Los participantes en la protesta corearon al unísono consignas como “Boicot a Israel”, al mismo tiempo que portaban banderas de Palestina y unas pancartas en las que pedían a los jugadores de Escocia no participar en el partido con el equipo israelí.
Asimismo, algunos descontentos usaron pintura roja para cubrir con consignas la rampa por la cual el autobús de los jugadores israelíes se dirigía al estadio de Hampden. Además, escribieron unos lemas, como “Sangre de los palestinos” y “Libertad para Gaza”, en las paredes de la rampa de acceso.
Los activistas pidieron, de igual modo, a los jugadores que manifestasen su solidaridad con los palestinos, en especial con los residentes de la Franja de Gaza, que son con frecuencia blanco de los crímenes de guerra de Israel.
La protesta se produjo después de que un grupo de futbolistas palestinos solicitara a sus seguidores que no asistieran al partido y condenasen las atrocidades del régimen de Israel en el ámbito deportivo, el trato agresivo que dispensan a los atletas palestinos, así como las brutalidades que han cometido contra el pueblo palestino desde la ocupación de Palestina.
“Los atletas palestinos están sujetos a la opresión y al terrorismo. Muchos de ellos han sido arrestados o asesinados (…) Muchas instalaciones palestinas han sido destruidas y los jugadores tienen restringida la libre circulación dentro de Palestina internacionalmente”, según lamentó un manifestante.
En los últimos años, varios movimientos internacionales, como la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), han logrado aumentar la presión económica y política sobre Israel para poner fin a la ocupación y la colonización de las tierras palestinas.
A esta campaña de boicot se han sumado varias empresas de renombre internacional, como el fabricante alemán de ropa deportiva Adidas o la campaña estadounidense de alquiler de alojamiento Airbnb, las cuales han aceptado dejar de patrocinar a la asociación de fútbol israelí por Palestina.
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