Por medio de un comunicado divulgado este martes, la UNIFIL, sigla en inglés de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas estacionadas en el sur de El Líbano, ha expresado su profunda preocupación por la seguridad de los civiles en el sur del país árabe tras los ataques brutales que el régimen israelí inició el lunes, considerando como su mayor ataque desde 2006.
El grupo ha hecho hincapié en que apuntar contra los civiles no es sólo una violación del derecho internacional, sino que puede alcanzar el nivel de los crímenes de guerra, por lo que ha instado a dar prioridad a salvar las vidas de los civiles y garantizar que no sufran daños.
En este contexto, ha enfatizado una vez más la necesidad de un compromiso total con la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, afirmando que ahora es más importante que nunca para abordar las principales causas del conflicto y garantizar una estabilidad sostenible.
La UNIFIL ha advertido también de que cualquier nueva escalada del conflicto en esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de gran alcance no sólo para quienes viven en ambos lados de la Línea Azul —la demarcación entre El Líbano y la Palestina ocupada establecida por la ONU en junio de 2000—, sino para toda la región.
Desde el lunes, el ejército israelí sigue lanzando ataques a gran escala en diversas zonas del sur de El Líbano, de modo que, según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud libanés, el número de mártires ha aumentado a 492, entre ellos 35 niños y 58 mujeres, y el de heridos a unos 1645.
La agresión israelí ha ocurrido mientras Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) se encuentran enzarzados desde hace casi seis meses en sus peores enfrentamientos desde la guerra de 33 días en 2006. Los ataques de Hezbolá contra objetivos militares israelíes están destinados a obligar a la entidad sionista a detener las agresiones implacables contra la Franja de Gaza, iniciadas desde el 7 de octubre, que se han cobrado más de 32 700 vidas civiles.
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