El gobernador de Beirut (capital libanesa), Marwan Abud, estimó el miércoles que los daños materiales causados por el trágico incidente rondan los 10 000 o 15 000 millones de dólares.
En declaraciones a medios locales, Abud había señalado anteriormente que los daños materiales se situaban entre los 3000 y los 5000 millones de dólares.
Las autoridades del país árabe han catalogado de “catástrofe” la gigantesca explosión registrada el martes en el puerto de Beirut, y han dicho que, al parecer, fue causada por la detonación de más de 2700 toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenadas en un depósito desde que habían sido confiscadas a un barco de carga en 2013.
Sin embargo, aún no está claro cuál fue el origen de la explosión, que parece haber sido provocada por un incendio.
La potente explosión ha dejado hasta el momento un saldo de 137 muertos y más de 5000 heridos, según indican los informes oficiales.
Asimismo, cerca de 300 000 personas han sido desplazados en Beirut después de los estallidos en la zona portuaria, según el gobernador de Beirut, quien describió el siniestro como “un desastre nacional parecido a Hiroshima”.
Las impresionantes imágenes aéreas muestran que los edificios de la zona han quedado pulverizados o reducidos a estructuras de metal, los contenedores del puerto están dispersados y la vegetación se ha convertido en carbón.
La explosión fue de tal magnitud que sacudió varias partes de la capital. A kilómetros de la escena, se derribaron balcones, se derrumbaron techos y se rompieron las ventanas.
El Gobierno libanés ha declarado el estado de emergencia por la grave situación causada por esta fuerte explosión y ha anunciado una investigación para que los responsables respondan por lo sucedido.
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