En un discurso televisivo ofrecido este lunes, el secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) ha abordado la reciente operación de sus fuerzas contra un vehículo blindado israelí, que se dirigía hacia Avivim, una región palestina ocupada de Galilea (Al-Yalil).
La ofensiva de Hezbolá dejó el domingo muertos y heridos entre los militares que estaban a bordo del vehículo. Los informes posteriores también indicaron que el comandante de la división norte del ejército israelí murió en el ataque de represalia de los combatientes de Hezbolá.
“Ya no tenemos líneas rojas. Este es el comienzo de una nueva fase. Recuerden esta fecha”, ha advertido Nasralá y destaca que la reciente operación de sus fuerzas contra el ejército israelí muestra el poderío de la Resistencia libanesa.
Conforme al líder de la Resistencia libanesa, el ataque del domingo envió a Israel el mensaje de que “si ataca, entonces toda su frontera, sus fuerzas y sus asentamientos” estarán en total riesgo.
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Ya no tenemos líneas rojas. Este es el comienzo de una nueva fase. Recuerden esta fecha”, advierte el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, a Israel.
Hezbolá, ha proseguido Nasralá, rompió “la línea roja más grande y de decenas de años” del régimen de Tel Aviv, ya que golpeó objetivos en los territorios ocupados palestinos y no, como otras veces, en la zona de las granjas de Shebaa —ocupadas por el régimen de Israel y cuya soberanía reclama El Líbano—.
Nasralá también ha subrayado el ataque del domingo como un éxito que se llevó a cabo “deliberadamente” durante el día. También ha enfatizado que el nuevo enfoque de los combatientes de Hezbolá está dirigido a los aviones no tripulados (drones) israelíes que ingresan a los cielos de El Líbano.
Las tensiones entre El Líbano y el régimen de Tel Aviv se elevaron desde el pasado 25 de agosto, cuando dos aviones no tripulados israelíes cayeron en la localidad Dahyeh, ubicada en los suburbios del sur de Beirut (capital libanesa). Uno de los drones estalló frente al centro de prensa de Hezbolá, sin causar víctimas mortales, y el otro fue capturado por las fuerzas de la Resistencia libanesa.
Mientras esta agresión israelí recibió duras condenas tanto del Gobierno libanés como de Hezbolá, varios drones del régimen israelí volvieron el pasado lunes a violar el espacio aéreo de El Líbano, cuyas autoridades consideraron los aludidos ataques como “una declaración de guerra”.
En este mismo contexto, Nasralá ha hecho hincapié en que ya ha pasado la era en que los aviones no tripulados israelíes violaban la soberanía de El Líbano y quedaban en la impunidad. “Israel, el tirano y arrogante, que afirma poseer el ejército más fuerte de la región, fue visto por el mundo asustado y preocupado durante los últimos ocho días”, ha remarcado.
El máximo responsable de Hezbolá ha precisado que “los israelíes deben saber que lo sucedido fue resultado de la locura [del primer ministro israelí Benjamín] Netanyahu”.
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