• Reunión entre el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, y el ex primer ministro libanés, Saad Hariri, 6 de noviembre de 2017.
Publicada: jueves, 9 de noviembre de 2017 23:27
Actualizada: domingo, 12 de noviembre de 2017 16:52

Fuentes oficiales de El Líbano confirman que Arabia Saudí tiene ‘secuestrado’ al primer ministro de El Líbano.

Varios altos funcionarios libaneses citados este jueves por la agencia británica Reuters confirman que Arabia Saudí mantiene al premier Saad Hariri secuestrado y que lo obligaron a renunciar para satisfacer sus propios intereses.

“Cuando fue a Arabia Saudí le exigieron que se quedara y le ordenaron renunciar a su cargo. Los saudíes le ordenaron leer su declaración de renuncia y desde aquel entonces ha estado en arresto domiciliario”, ha dicho una de las fuentes, cercanas a Hariri y su partido.

Otro alto funcionario libanés ha corroborado esta información y ha revelado que, ante la falta de cooperación por parte de Riad, el Gobierno libanés está considerando pedir a países árabes y extranjeros que ejerzan presión sobre Arabia Saudí para que libere a Hariri.

“Mantener a Hariri con libertad restringida en Riad (la capital saudí) es un ataque a la soberanía libanesa. Nuestra dignidad es su dignidad. Trabajaremos con otros Estados para devolverlo a Beirut (la capital de El Líbano)”, ha afirmado el segundo funcionario.

Cuando fue a Arabia Saudí le exigieron que se quedara y le ordenaron renunciar a su cargo. Los saudíes le ordenaron leer su declaración de renuncia y desde aquel entonces ha estado en arresto domiciliario”, ha dicho uno de los altos funcionarios libaneses citados por Reuters.

 

Por otra parte, dos funcionarios estadounidenses han confirmado también que las autoridades saudíes —y en especial el príncipe heredero, Mohamad bin Salman—, “animaron” a Hariri a renunciar, aunque se han negado a dar más información sobre el asunto.

Según las fuentes libanesas, los saudíes estaban presionando al primer ministro desde hacía semanas o meses para que adoptase una postura más hostil respecto a Irán y el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá). Tras ver que no lo hacía, “aceleraron el proceso” y lo forzaron a renunciar.

El sábado, Hariri renunció a su cargo por presiones saudíes y adoptó una postura hostil a Irán y Hezbolá. Su renuncia tuvo lugar tras dos repentinas visitas a Arabia Saudí en las que se reunió con altos cargos saudíes, como el príncipe heredero.

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