Diez años después de la última ofensiva israelí contra El Líbano, en 2006, y con los combatientes de Hezbolá participando en la lucha contra los terroristas en Siria, el movimiento libanés se encuentra hoy en el apogeo de su poderío militar, han declarado este jueves expertos de seguridad del régimen israelí, que citan un estudio de la Conferencia de Herzliya.
Hezbolá, añade el informe, posee misiles avanzados con ojivas explosivas, ha mejorado su capacidad para fabricar aviones no tripulados (drones), y dispone de sistemas antiaéreos y de misiles tierra-mar que podrían representar una amenaza real a la seguridad israelí.
Con el inicio del conflicto de Siria en 2011, Hezbolá adquirió “valiosa” experiencia en el campo de batalla al participar en la guerra a favor del presidente sirio, Bashar al-Asad, lo que le dará la posibilidad de atacar simultáneamente varias ciudades israelíes en los territorios ocupados palestinos, en caso de que se produzca otra confrontación, lo que demuestra que el poderío militar de Hezbolá es mayor que el de muchos países avanzados, subraya.
Por último, el estudio asegura que de ocurrir una guerra entre las dos partes, las fuerzas de guerra israelíes deberán adoptar todas las medidas necesarias, incluida una invasión por tierra del sur de El Líbano para destruir las infraestructuras de Hezbolá, con el fin de reducir al mínimo sus propias pérdidas.
En los últimos meses, responsables israelíes han advertido del poderío militar de Hezbolá y de la amenaza que puede representar para su régimen. Algunos expertos políticos aseguran que exageran el peligro que supone Hezbolá para Israel, con el fin de legitimar una futura guerra contra el movimiento libanés.
En el pasado, fuentes militares israelíes han asegurado que perciben a Hezbolá como una amenaza, incluso en el terreno cibernético, y por ello han comenzado a construir una ciudad modelo para practicar posibles medidas ofensivas y defensivas en la red.
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