El 10 por ciento de los soldados abatidos durante la invasión terrestre a Gaza eran ciudadanos de Estados Unidos, informó el jueves el diario The Washington Post.
Al menos 23 estadounidenses perdieron la vida mientras servían en el ejército o en la policía sionistas, 21 de ellos dentro de Gaza, uno en la frontera norte con El Líbano y otro en Al-Quds (Jerusalén).
Al menos 552 soldados israelíes han muerto desde el 7 de octubre y otros 2938 han resultado heridos, según el ejército de ocupación de Israel. Cifras que son cuestionadas por la Resistencia palestina por su falta de transparencia.
En este contexto, el sitio web The Intercept reveló que la administración del presidente Joe Biden desplegó a finales de noviembre un equipo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la Palestina ocupada para ayudar en la identificación de blancos y también envió oficiales especializados en información de inteligencia empleada para realizar ataques aéreos y artillería de largo alcance contra los palestinos.
Además, Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, ha proporcionado a Israel una gran cantidad de armas y municiones desde el inicio de la guerra de Gaza y también ha vetado tres resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que pedían al régimen que cesara su agresión.
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