En una entrevista con la agencia de noticias rusa Sputnik, el vicepresidente de la Asociación Industrial Nacional de Defensa de EE.UU., Wesley Hallman, indicó que los equipos militares por valor de 17 600 millones de dólares proporcionados a Ucrania hasta el momento por Estados Unidos están ejerciendo presión sobre la capacidad de la industria de defensa del país norteamericano para reponer sus reservas.
“He hablado con una persona en una empresa que fabrica municiones, cuyas reservas se están agotando ahora debido al suministro a Ucrania, y le pregunté ‘cuánto tiempo hará falta para reforzar la línea de producción’. Me respondieron que serían unos dos años”, dijo Hallman.
Esto, explicó el entrevistado, significa que hacen falta dos años para que el ritmo de producción sea el suficiente como para comenzar a reabastecer sus propias reservas, “lo cual es mucho tiempo”, estimó.
Hallman, un veterano de 27 años de la Fuerza Aérea, sirvió en el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono), advirtió que el agotamiento de las reservas estadounidenses afecta la capacidad de Washington para estar listo en caso de posibles contingencias.
“Lo que estás gastando en tiempos de paz es radicalmente diferente de lo que gastas en un escenario de guerra [...] Si no tienes ese material ya disponible, entonces eso va a cambiar tu plan”, aseguró.
Desde el inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania, el pasado 24 de febrero, EE.UU. ha destinado cientos de millones de dólares al envío de armas a Kiev, ayuda que, según admite el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no será gratis.
Por su parte, desde el Kremlin asevera que los países occidentales están poniendo en riesgo su propia seguridad al echar leña al fuego del conflicto.
El 17 de octubre, el periódico Wall Street Journal publicó un artículo que explicaba que, en una posible guerra con China, EE.UU. probablemente perdería, porque el conflicto de Ucrania expuso vulnerabilidades en la industria de defensa estadounidense. El diario también señala que las reservas de obuses M777, proyectiles de calibre 155 milímetros, misiles antitanque Javelin y sistemas de defensa aérea Stinger se han agotado, ya que la mayoría de ellos se suministraron a Ucrania a la luz de la guerra.
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