La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, al ser preguntada el lunes sobre un posible despliegue de las tropas estadounidenses en Ucrania, puso de relieve que el envío de personal militar es una posible medida de apoyo para los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Si nos fijamos en 2014, muchos países socios de la OTAN han solicitado apoyo, un aumento de la presencia (militar) o el despliegue de fuerzas rotativas adicionales”, avisó la funcionaria norteamericana en una sesión informativa.
Las declaraciones de Psaki llegaron un día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtiera de posibles movimientos de EE.UU. y la OTAN en las fronteras de Ucrania.
La tensión en el Donbás, escenario desde 2014 de un conflicto entre el Ejército ucraniano y los independentistas prorrusos, se ha disparado con acusaciones mutuas entre Ucrania y Rusia de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva. Kiev trata de achacar a Moscú la crisis en esta zona.
Rusia ha rechazado tales acusaciones del Occidente y apunta el dedo acusador a Estados Unidos por agravar la situación. Es más, el Kremlin señala que Ucrania eleva las tensiones en la región con el fin de resolver “por la fuerza” el conflicto en el Donbás, desatado en 2014.
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