En medio de la escalada de tensiones entre Kiev y Donbás —una región independentista del este de Ucrania y limítrofe con Rusia— algunos informes señalan que Rusia ha empezado a desplegar sistemas de misiles balísticos tácticos Iskander, tanques, cañones autopropulsados, sistema lanzacohetes MLRS y otros equipos en su frontera occidental.
El presidente estadounidense, Joe Biden, envió a principios de esta semana al director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Wiliam Burns, a Moscú (capital rusa) con el mensaje de que Estados Unidos observa de cerca a las tropas rusas cerca de la frontera de Ucrania, según varias fuentes estadounidenses y ucranianas informadas sobre la reunión, que fueron citadas el viernes por la cadena estadounidense CNN.
En Moscú, Burns mantuvo conversaciones con altos funcionarios de seguridad del Kremlin.
Por su parte, el portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo el viernes que el movimiento ruso hacia las zonas cercanas a Ucrania es inusual. “Continuamos monitoreando esto de cerca, y como dije antes, cualquier acción intensiva o agresiva por parte de Rusia sería de gran preocupación para Estados Unidos”, expresó
Las tensiones entre Rusia y Ucrania han escalado, en los últimos meses, especialmente después de que las tropas ucranianas, junto a las de sus aliados occidentales, lideradas por EE.UU., se desplazasen, bajo el paraguas de las fuerzas de la la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a las regiones orientales de Ucrania, cerca de las fronteras rusas, realizando varios ejercicios militares a gran escala, lo que provocó una reacción de Rusia.
En este contexto, las Fuerzas Armadas de Ucrania se están armando masivamente para llevar a cabo una operación militar en el Donbás contra las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
Entretanto, Moscú advierte que cualquier conflicto armado en la región de Donbás podría destruir Ucrania.
