“Washington logró permitir que los terroristas ingresaran al campo de Al-Jada, en la provincia [iraquí] de Nínive, al transferirlos del campo de Al-Hawl [en la provincia de Al-Hasaka] en Siria. Esto demuestra que EE.UU. desea que se reanuden las operaciones terroristas en Irak”, ha hecho hincapié este domingo el experto en seguridad iraquí Ali al-Waeli.
Además, el especialista ha aseverado que las fuerzas de seguridad iraquíes deben vigilar de cerca los movimientos de los terroristas en los lugares donde todavía están operando.
Por otro lado, Nasir al-Shamas, un experto sirio en seguridad, ha alertado de los movimientos del país norteamericano, a fin de tener en la mira a las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak y formular acusaciones en contra de este grupo de la Resistencia.
Asimismo, ha subrayado que las fuerzas estadounidenses recurrieron a la confrontación directa con las Al-Hashad Al-Shabi después de que, por esa entidad, tuvieran que hacer frente a obstáculos importantes en el contrabando de narcóticos y armas para los terroristas en la frontera sirio-iraquí.
“Las acciones del Gobierno de EE.UU. en el futuro no serán militares, sino que, en primer lugar, proporcionará información falsa al Gobierno iraquí sobre los efectivos de las Al-Hashad Al-Shabi y otros comandantes de seguridad iraquíes”, ha indicado Al-Shamas.
En este sentido, ha aludido al arresto de Qasem Mosleh, un comandante de alto rango de las Al-Hashad Al-Shabi, por las fuerzas de seguridad iraquíes en Bagdad (capital iraquí), quien fue acusado de estar involucrado en varios ataques, incluido el último asalto contra la base militar de EE.UU. de Ain al-Asad, en la provincia de Al-Anbar (oeste de Irak), lo que, conforme al ministro iraquí de Defensa, Juma Anad, es un “paso incorrecto”.
Al respecto, Al-Waeli aseguró que Washington está detrás de los ataques contra los comandantes del referido movimiento iraquí con el objetivo de preparar el terreno para que los terroristas de Daesh ingresen a la provincia de Al-Anbar una vez más y reanuden sus actividades hostiles allí.
En esta línea, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ordenó el 25 de febrero bombardear instalaciones de las Al-Hashad Al-Shabi en el este de Siria, cerca de la frontera con Irak, un ataque que favoreció a Daesh, al que combaten las fuerzas populares iraquíes, tal como declaró el exsenador republicano por el estado de Virginia Richard Black.
Las autoridades sirias e iraquíes acusan a EE.UU. de instrumentalizar a Daesh para socavar la seguridad y la estabilidad de Siria e Irak, agregando que usa a ese grupo terrorista como pretexto para justificar su presencia militar en ambos países árabes.
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