Funcionarios electorales en decenas de estados que representan a los demócratas y republicanos dijeron que no había evidencia de que el fraude u otras irregularidades desempeñaran un papel en el resultado de las elecciones de EE.UU. tal y como alega Trump, informó el martes el diario local The New York Times (NYT).
El rotativo estadounidense se puso en contacto con las oficinas de los principales funcionarios electorales de cada estado el lunes y martes para preguntar si sospechaban o tenían pruebas de voto ilegal en los comicios, en los que el demócrata Joe Biden ha logrado 290 votos electorales de los 270 necesarios, frente a los 214 del magnate neoyorquino.
Los funcionarios de 45 estados respondieron directamente a The New York Times y expresaron su rechazo al respecto. Para cuatro de los estados restantes, el periódico habló con otros funcionarios estatales o encontró comentarios públicos de secretarios de estado; ninguno informó problemas importantes de votación.
Las autoridades estatales de Texas no respondieron a las repetidas consultas. Pero una portavoz del principal funcionario electoral en el condado de Harris, el más grande de Texas con una población mayor que muchos estados, dijo que solo había algunos problemas menores, agrega.
Algunos estados describieron pequeños problemas comunes en todas las elecciones y dijeron que los están abordando, a saber: algunos casos de votación ilegal o doble, algunos fallos técnicos y algunos errores menores en matemáticas.
El informe de NYT llega en momentos en que el mandatario republicano aún no ha reconocido su derrota en las elecciones. De hecho, Trump, que es el primer presidente en 28 años que no ha sido reelegido para un segundo mandato, llama “ladrones” a los demócratas y “corruptas” a las máquinas de conteo en las grandes ciudades.
Además, insiste en que es el jefe de Estado en ejercicio que ha logrado más votos de la historia con algo más de 71 millones de sufragios asegurando que Biden “se apresura a posar falsamente” como presidente y que su campaña electoral llevará el caso a los tribunales “para garantizar que las leyes electorales se respeten” y el ganador legítimo ocupe el puesto.
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