Después de ver el mensaje que Donald Trump publicó el sábado por la noche (hora local) en Twitter, desde el Hospital Militar Walter Reed, en Bethesda (Maryland), varios editores de películas se apercibieron de un fallo extraño y aseveraron que el mandatario tosió en el vídeo tras pronunciar la palabra “terapéutica”, pero, al parecer, tal movimiento convulso ha sido editado.
Los usuarios de Twitter afirmaron que la Casa Blanca, recurriendo al software Adobe Premiere, llevó a cabo una edición “amateur” para encubrir las toses de Trump.
Los internautas declararon que el corte entre tomas implica que la Casa Blanca está minimizando la gravedad de la condición del presidente o le está dando un giro más optimista al ocultar una tos.
El médico del magnate neoyorquino se vio obligado a retractarse de los comentarios en torno a su estado de salud, incluso cuando dio positivo por primera vez en el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, después de sugerir que fue diagnosticado antes de que se hiciera público.
Mientras el inquilino de la Casa Blanca trata de proyectar una imagen positiva de su estado, su jefe de Gabinete ha aseverado que su condición es “muy preocupante”, contradiciendo así el cuadro clínico difundido por sus médicos.
Trump, de 74 años, dio la cara en un vídeo publicado el viernes en Twitter y confirmó que había contraído, junto a su esposa, Melania, el nuevo coronavirus, para luego agregar que se iban a someter a una cuarentena de dos semanas.
Pese a que en la grabación se le veía algo pálido y cansado, el presidente estadounidense alegó que se sentía “muy bien”.
Toda la rumorología y las contradicciones que planean en lo tocante a la salud de Trump han generado gran incertidumbre en EE.UU. Muchos dudan de que el mandatario haya contraído de verdad el virus y lo ven como un pretexto en medio de una dura pugna electoral bastante atípica.
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