Esta es la ciudad Minneapolis (en vídeo), tras la segunda noche de protestas por la muerte del afroamericano desarmado, George Floyd, a manos de la Policía. Inmuebles y autos fueron incendiados durante las protestas. El asesinato de Floyd ha provocado protestas y violentos enfrentamientos entre la Policía y manifestantes en la ciudad.
Los indignados denuncian el racismo y la violencia policial contra los afroamericanos. Exigen justicia para el asesinado y su familia.
Aquí afuera de esta tienda de comestibles, los manifestantes guardan una vigilia con flores y velas para recordar a George Floyd. Este es el sitio donde el lunes un oficial de la Policía de Minneapolis se arrodilló en el cuello de Floyd durante más de siete minutos, mientras él decía: “No puedo respirar”. La víctima, de 46 años, poco después fue declarado muerto en el hospital.
Tras el terrible crimen, cuatro oficiales involucrados en el incidente fueron despedidos. Los manifestantes, que ven muy insuficiente el castigo, están indignados por la inacción de las autoridades ante el racismo contra los afroamericanos.
El asesinato de Floyd revivió el caso de Eric Garner, quien murió asfixiado, en 2014, por el abrazo mortal de un policía en Nueva York, tras gritar hasta 11 veces: “No puedo respirar”, y quien se volvió símbolo del movimiento Black Lives Matter. 700 afrodescendientes han sido asesinados desde 2017, a manos de la Policía estadounidense.
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