“Había miles de personas en la base aérea de Ain Al-Asad. Todas estas personas han sido examinadas y obtuvimos un número (de heridos), y ese número está creciendo”, ha dicho este jueves el general Mark Milley.
Tras advertir que los síntomas de los militares afectados en el ataque iraní podrían empeorar, el mando castrense ha indicado que más soldados están bajo amenaza de ser diagnosticados con TCE (traumatismo craneoencefálico).
La gravedad de las lesiones que sufrieron los estadounidenses en el ataque del 8 de enero contra la base aérea de Ain Al-Asad, en la provincia de Al-Anbar (oeste de Irak), ha sido objeto de polémica, después de que el Pentágono, tras asegurar que no había ningún herido, informara que 11 soldados norteamericanos habían sido trasladados fuera del territorio iraquí para recibir tratamiento, como consecuencia del impacto de 13 misiles balísticos iraníes contra el mencionado recinto militar norteamericano.
En el transcurso de los días, el Pentágono ha ido elevando poco a poco, de “ningún herido” a 50, la cifra de los soldados estadounidenses que fueron afectados por el ataque que lanzó el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en represalia por el asesinato, el 3 de enero, del teniente general Qasem Soleimani, comandante de Fuerza Quds del CGRI, por orden del presidente Donald Trump.
En otra parte de sus declaraciones, Milley se ha abstenido de informar sobre los nuevos equipamientos militares que EE.UU. busca desplegar en el territorio iraquí. “Necesitamos el permiso de los iraquíes”, ha afirmado.
Estados Unidos está considerando desplegar el sistema antimisiles Patriot para supuestamente proteger a sus tropas en el territorio del país árabe, después del ataque iraní.
A su vez, un legislador iraquí repudió los planes de EE.UU. para instalar sistemas Patriot en el país árabe y consideró el despliegue una violación a la soberanía de Irak.
“El Parlamento iraquí representa a todos los grupos políticos. La decisión (parlamentaria) que exige la retirada de las fuerzas militares de EE.UU. es respaldada por la opinión pública. Por lo tanto, el intento de las tropas estadounidenses para desplegar sistemas de defensa aérea Patriot en sus bases a fin de reforzar sus capacidades de combate es rechazado y considerado una violación de nuestra soberanía”, remarcó el pasado jueves Karim Alawi, miembro del Comité parlamentario de Seguridad y Defensa de Irak.
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