Según informó el martes el diario estadounidense The Wall Street Journal, citando a personas familiarizadas con el asunto, el Gobierno de Donald Trump “se está preparando” para mantener negociaciones directas con el movimiento popular yemení “en un esfuerzo por poner fin a la guerra de cuatro años” en este país árabe.
De acuerdo con este dosier, la Casa Blanca también está intentado de incitar a las autoridades de Arabia Saudí a participar en unas “conversaciones secretas” con líderes de Ansarolá en Omán para llegar a un acuerdo sobre un alto el fuego en Yemen.
“El plan de Washington para abrir negociaciones directas con Ansarolá tiene lugar en el mismo momento en el que se está aumentando los temores por una guerra de mayor envergadura en la región”, reza el informe.
El diario, además, alega que meses después del inicio de la agresión saudí contra Yemen en 2015, una delegación de la Administración del expresidente estadounidense Barack Obama se reunió en secreto con los representantes de Ansarolá en Omán para impulsar un supuesto alto el fuego.
El plan de Washington para abrir negociaciones directas con Ansarolá tiene lugar en el mismo momento en el que se está aumentando los temores por una guerra de mayor envergadura en la región”, según informó el diario estadounidense The Wall Street Journal.
Sin embargo, “no ha habido ninguna negociación significativa desde que el presidente Donald Trump asumió el mandato de la Casa Blanca en 2017”, agrega el informe.
La guerra en Yemen; un callejón sin salida para Arabia Saudí y EE.UU.
La guerra en Yemen ha entrado en una nueva fase después de que últimamente los comités populares y el Ejército yemeníes intensificaran sus bombardeos contra centros militares y estratégicos saudíes, y advirtieran que se producirán “grandes sorpresas” en el futuro si Arabia Saudí y sus aliados no cesan sus bombardeos y su bloqueo aéreo y naval a Yemen.
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Los ataques saudíes, en muchas ocasiones perpetrados con aeronaves y bombas fabricadas en Estados Unidos, han dejado más de 91 000 yemeníes muertos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales llegará a 500 000 para finales del año 2020.
El movimiento Ansarolá ha denunciado en reiteradas ocasiones que Washington no solo ha suministrado armas sofisticadas y mortales del régimen saudí, sino que ha participado activamente en la guerra contra Yemen.
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