“Todos los estadounidenses se ven afectados por la inmigración ilegal descontrolada”, con estas palabras el presidente estadounidense, Donald Trump, trata de convencer a los estadounidenses de que existe una crisis de seguridad nacional en la frontera sur del país que justificaría el presupuesto que exige al Congreso, de mayoría demócrata, que, contrariamente, considera el muro inmoral, caro e ineficaz.
De hecho, en este discurso televisado dirigido a la nación este martes ha vuelto a pedir 5700 millones de dólares para construir su muro.
“Hay una creciente crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur”, dice Trump, al agregar que desde esta región entran gran cantidad de drogas y cada semana 300 de estadounidenses mueren solo por la heroína.
Para justificar la crisis, el presidente conecta directamente el supuesto flujo de drogas desde México con la epidemia de opiáceos que padece Estados Unidos, una relación que no amparan los datos ni comparten los expertos. También habla Trump de terroristas que cruzan la frontera, algo sobre lo que el propio Departamento de Estado ha asegurado que no existe “evidencia creíble”, según ha publicado este martes el periódico español El País.
Todos los estadounidenses se ven afectados por la inmigración ilegal descontrolada”, ha dicho el presidente estadounidense, Donald Trump, para defender su idea de construir un muro en la frontera con México
Trump ha condicionado la apertura del Gobierno, cerrado parcialmente desde el 22 de diciembre, a la financiación de su muro e insiste en que el Gobierno permanece cerrado porque los demócratas no se lo financian.
Además, sostiene que el muro “será pagado por sí mismo rápidamente”, gracias a un nuevo acuerdo comercial con México, aunque este país se haya negado de plano a sufragarlo.
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