Según informó el lunes el diario estadounidense The New York Times, citando fuentes cercanas a la Casa Blanca, Trump ha extendido el período para el repliegue de las tropas estadounidenses de Siria a aproximadamente cuatro meses.
El propio mandatario anunció la misma jornada que la retirada de las tropas estadounidenses de Siria va a ser “lenta” y destacó que los logros cosechados en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) justifican su decisión.
Conforme al diario norteamericano, en el decreto anterior Trump obligaba al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) a replegar a unos 2000 soldados estadounidenses desplegados en Siria en un plazo de 30 días.
El anuncio de la postergación del repliegue se produce un día después de que uno de los correligionarios más cercanos a Trump, el senador republicano Lindsey Graham, se reuniera con el mandatario y le instara a reconsiderar su orden sobre Siria y dejara algunos efectivos estadounidenses en el territorio del país árabe.
La decisión de Trump sobre la retirada de las tropas de Siria fue blanco de numerosas críticas por parte de algunas autoridades en EE.UU. y estuvo concatenada por la renuncia del secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, así como del enviado especial de EE.UU. para la llamada coalición anti-Daesh, Brett McGurk.
La medida también sorprendió a sus aliados, como Francia, el Reino Unido y Australia, quienes anunciaron que, pese a la salida de EE.UU., seguirán operando en Siria. El Gobierno de Damasco, no obstante, asegura que los estadounidenses huyeron de Siria porque los sirios resistieron.
Las autoridades sirias han protestado, en reiteradas ocasiones, en contra de la presencia en su territorio de las tropas estadounidenses y han aseverado que Washington ha creado un “agujero negro” con miras a frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.
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