La orden, firmada el martes por el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, permite al “personal del Departamento de Defensa (Pentágono)” realizar “aquellas actividades militares de protección que el secretario de Defensa determine que son razonablemente necesarias” para proteger a los agentes fronterizos.
Bajo esta autorización, los soldados pueden “mostrar o usar la fuerza (incluyendo fuerza letal, si es necesario), incluyendo control de masas, detención temporal, inspecciones, y protección de agentes fronterizos”, según un reporte del medio digital especializado Military Times publicado este miércoles.
Una de las justificaciones de Kelly para usar la fuerza letal es la existencia de “evidencias creíbles y de inteligencia” que indican que la caravana de migrantes que ha llegado a la frontera con México “podrían provocar incidentes violentos o disturbios” que supongan una amenaza para los oficiales fronterizos.
El miércoles, el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, confirmó que la Casa Blanca ha autorizado al Pentágono proteger a los agentes y funcionarios fronterizos. De acuerdo con Military Times, aunque los soldados tienen derecho a defenderse, la orden de defender a terceros (agentes externos) no está contemplada entre sus funciones.
Hasta el momento, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha ordenado el despliegue de más de 5900 soldados, así como 2100 tropas de la Guardia Nacional, el cual mantendrá “mientras sea necesario” a lo largo de la frontera para impedir la “invasión” de migrantes centroamericanos que, distribuidos en varias caravanas, intentan llegar a Estados Unidos.
Desde mediados de octubre, miles de migrantes han partido de países como Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, huyendo de la pobreza, la violencia de las pandillas y la inestabilidad política, con el objetivo de pedir asilo a Washington. Varios grupos se encuentran ya en la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con EE.UU.
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