• El presidente estadounidense Donald Trump, habla durante un acto en es estado de Pensilvania, EE.UU., 2 de agosto de 2018.
Publicada: martes, 7 de agosto de 2018 23:21

Washington prevé aplicar una nueva política antimigratoria que hará más difícil que los inmigrantes obtengan la ciudadanía de EE.UU.

El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) está planeando expandir su poder para negar el estatus legal a millones de inmigrantes que usan beneficios públicos como subsidios de seguro de salud o cupones de alimentos, informó el martes la agencia estadounidense de noticias NBC News.

De acuerdo con el informe, la cantidad de inmigrantes que reciben tarjetas de residencia está disminuyendo. Además, la propuesta de la Administración Trump reduce aún más este número al hacer que sea más difícil lograr una tarjeta verde (Green Cart).

Asimismo, la medida imposibilitaría la ciudadanía a todos los inmigrantes que alguna vez han utilizado una serie de programas de bienestar público, incluyendo el “Obamacare”, un seguro médico ideado por la Administración del expresidente estadounidense Barak Obama.

La nueva iniciativa, que no necesitaría pasar por el Congreso de Estados Unidos, es una parte del plan del asesor principal de la Casa Blanca, Stephen Miller, para limitar el número de inmigrantes que obtienen estatus legal en el país norteamericano en cada año.

 

De acuerdo con medios locales, los defensores y los abogados de los inmigrantes estiman que al menos 20 millones de este colectivo que viven actualmente en el territorio estadounidense podrían verse afectados y sufrir las consecuencias del nuevo plan del Gobierno de Trump.

Desde que llegó a la presidencia, el mandatario estadounidense emprendió a aplicar una serie de políticas antimigratorias, las cuales son tachadas de “racistas” por los activistas pro derechos humanos. No obstante, Trump alega que, entre otras razones, toma tales medidas para proteger el mercado laboral del país norteamericano.

EEUU militariza frontera con México para frenar flujo de migrantes y refugiados

El jefe de Estado estadounidense anunció el pasado abril que planea mandar entre 2000 y 4000 efectivos militares a la frontera con México, mucho más de los que mantiene en Siria.

El anuncio se produjo un día después de que Trump ordenara al Ejecutivo organizar el despliegue de reservistas de la Guardia Nacional en la zona limítrofe para combatir la inmigración ilegal, aumentando así las tensiones bilaterales sobre migración y seguridad fronteriza con el país sureño.

A su vez, el Gobierno de México, presidido por Enrique Peña Nieto, denunció las medidas de Washington y consideró “irrespetuosas” las políticas migratorias del inquilino de la Casa Blanca.

La política de “tolerancia cero” y separar a miles de familias  

Además, el pasado abril, el mandatario estadounidense ordenó la aplicación de la política “Tolerancia Cero”, la cual provocó la separación de más de 2300 menores de sus familias. La medida abogaba por procesar a los adultos que cruzaran la frontera de manera irregular.

La orden ejecutiva fue modificada debido a las críticas y, en su lugar se dispuso que los niños ya no sean separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, sino queden retenidos indefinidamente junto a sus familiares en centros de detención de inmigrantes.

La estrategia de separación de familias buscaba disminuir de alguna manera el masivo flujo migratorio desde la frontera mexicana, puesto que, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), tras el arresto de un adulto casi siempre hay un niño extranjero no acompañado al que se le debe dar una protección adecuada.

En reacción a esta controvertida medida, a finales de julio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó y tachó de “inadmisible” la política contra familias migrantes.

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