• Soldados estadounidenses escanean el área en un puesto en la ciudad de Manbiy, en el norte de Siria, febrero de 2018.
Publicada: viernes, 23 de febrero de 2018 0:33

Estados Unidos declara que las fuerzas militares norteamericanas desplegadas en Siria pueden permanecer en el país árabe sin la necesidad de una nueva autorización legal del Congreso; aun mientras el Gobierno de Damasco considera ‘ilegal’ su presencia.

Funcionarios del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) reiteran mediante una carta, divulgada recientemente, que la continúa amenaza del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) proporciona una justificación legal para que la Administración del presidente Donald Trump mantenga las tropas estadounidenses desplegadas en Siria así como en Irak “indefinidamente”.

“Justo en el momento en que retiremos las fuerzas estadounidenses prematuramente, el grupo (terrorista Daesh) buscará aprovechar cualquier disminución en la presión para regenerar sus capacidades y restablecer el control del territorio local”, indica el subsecretario de Política del Pentágono, David Trachtenberg.

En este mismo sentido, el Departamento de Estado de EE.UU. argumenta, en otra misiva similar que el derecho internacional proporciona una base para que las fuerzas estadounidenses puedan permanecer en Siria con el fin de “luchar” contra los terroristas, a pesar de la falta de consentimiento del mandatario sirio, Bashar al-Asad.

Justo en el momento en que retiremos las fuerzas estadounidenses prematuramente, el grupo (terrorista Daesh) buscará aprovechar cualquier disminución en la presión para regenerar sus capacidades y restablecer el control del territorio local”, indica el subsecretario de Política del Pentágono, David Trachtenberg.

 

Las dos cartas llegaron en respuesta a la solicitud del senador demócrata del Estado de Virginia, Tim Kaine, que había pedido al Gobierno de Trump que brindara más información sobre sus misiones en Siria e Irak y que aclarara sus objetivos.

En esta misma línea, Kaine había solicitado una nueva autorización en el Congreso de los EE.UU. para cualquier misión prolongada a largo plazo en Siria e Irak, especialmente para atacar a las fuerzas sirias en áreas desprovistas de EIIL con el fin de proteger a los rebeldes sirios que buscan el derrocamiento del Gobierno de Damasco.

No obstante, en ambas cartas las autoridades estadounidenses advierten de que Washington no dudará en usar la fuerza necesaria para defender a las tropas estadounidenses que forman parte de la denominada coalición anti-EIIL y de los socios que participan en operaciones para derrotar a los extremistas de Daesh y “degradar” a terroristas de Al-Qaeda.

Según varios informes, alrededor de 2000 soldados estadounidenses están actualmente desplegados en Siria, mientras tanto el Gobierno de Damasco denuncia que la presencia militar “ilegal” de Estados Unidos en el país árabe sigue siendo un “serio desafío” que obstaculiza los esfuerzos para erradicar el terrorismo y promover la paz y la unidad territorial. 

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