Según informó el sábado el rotativo estadounidense The New York Times (NYTimes), Papadopoulos, cuando pasaba “una noche de consumo excesivo de alcohol” junto a Alexander Downer, el alto comisionado de Australia en el Reino Unido, le confesó a este último los fuertes vínculos existentes entre las autoridades rusas y el equipo electoral de Trump.
En concreto, durante la cita, que tuvo lugar en mayo de 2016 en Londres, capital del Reino Unido, Papadopoulos afirmó que los rusos habían contactado con integrantes de la campaña de Trump y les habían asegurado que tenían en su poder miles de correos electrónicos que, de ser revelados, podrían reducir severamente las posibilidades de que la excandidata demócrata Hillary Clinton llegase al poder.
Pese a que se desconocen los pormenores de la conversación que tuvo lugar aquella noche entre estas dos figuras, el informe publicado por NYTimes señala que esta revelación fue la principal causa por la que el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) dio inicio a investigaciones de contraespionaje a fin de revelar el alcance de las supuestas intromisiones rusas.
Del mismo modo, las investigaciones sobre los vínculos del exasesor de Trump revelaron el gran alcance de los supuestos intentos de Rusia por injerir en los asuntos internos de Estados Unidos, razón por la cual aumentaron las investigaciones en EE.UU.
El Congreso estadounidense tiene abierta una línea de investigación en relación con la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales, en las que el entonces candidato republicano venció a su rival demócrata, mientras que continúan las investigaciones del FBI.
Rusia ha negado su presunta participación en dicha trama y considera que estas acusaciones solo sirven a Washington para intentar allanar el camino para intensificar la presión antirrusa.
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