• El nominado para secretario de Estado de EE.UU. Rex Tillerson, durante la audiencia de confirmación en el Senado de Estados Unidos, 11 de enero de 2017.
Publicada: miércoles, 11 de enero de 2017 18:20
Actualizada: domingo, 5 de febrero de 2017 6:27

El nominado para secretario de Estado de EE.UU. ha rehusado este miércoles calificar al presidente ruso, Vladimir Putin, de ‘criminal de guerra’.

“Yo no usaría ese término”, ha respondido Rex Tillerson durante la audiencia de confirmación en el Senado, cuando el senador republicano Marco Rubio le ha preguntado: “¿es Vladimir Putin un criminal de guerra?”.

Pero Rubio ha insistido y se ha referido a la situación de la ciudad siria de Alepo (noroeste), donde, a su juicio, “Putin ha ordenado a sus militares llevar a cabo una campaña devastadora”.

Yo no usaría ese término”, señala el nominado a secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, al ser preguntado si Vladimir Putin es un criminal de guerra.

Entonces, Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado —donde se estaba llevando a cabo la audiencia—, ha intervenido conjeturando que, si Tillerson pudiera confirmar apoyándose en los servicios de inteligencia de EE.UU. los tipos de acciones descritos por Rubio, “estaría de acuerdo en que eso, de hecho, serían crímenes de guerra, ¿verdad?”

Sin embargo, Tillerson, que dirige la petrolera Exxon Mobil desde 2006 y desde su posición logró entablar muy buenas relaciones con Rusia, ha respondido “sí, señor”, pero, de todos modos, ha rechazado llamar concretamente al jefe de Estado ruso “criminal de guerra”.

Al mismo tiempo, ha señalado que “Rusia hoy representa un peligro y nuestros aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) tienen razón de estar alarmados”, pero solo después de señalar que esto ha sucedido “porque nosotros hemos dejado esa puerta abierta”.

Tras hacer hincapié en la importancia de “renovar” y “reafirmar” el liderazgo estadounidense, el nominado ha insistido en la necesidad de un diálogo franco con el Kremlin para resolver los problemas en el mundo, aunque ha reconocido que “no vamos a ser amigos”, pero, en su opinión, lo crucial para Washington es “ver al mundo como lo que es y no como lo que esperamos”.

 

El tema ruso acaparó las preguntas y comentarios iniciales de la audiencia de confirmación. De cualquier manera, Tillerson ha ratificado que apoya la fuerte presencia de la OTAN en los países europeos fronterizos con Rusia para hacer frente a una supuesta agresión rusa.

No obstante, el magnate ha considerado que Moscú no tiene derechos legales sobre la península de Crimea, cuya reintegración en Rusia provocó sanciones contra el país euroasiático, pero ha opinado que, pese a que los embargos son “una herramienta poderosa e importante”, perjudican gravemente la economía de todos los países, tanto la de los que son blanco de ellos como la de los demás.

En cuanto a los presuntos hackeos de Rusia durante las elecciones presidenciales de EE.UU., Tillerson ha recalcado que los indicios “muestran claramente que así fue”, y tras presiones de los senadores para reconocer que una decisión así solo pudo ser con la aprobación de Putin, ha declarado que sí “es una suposición apropiada”.

“Ellos tienen la idea de haber sido maltratados al desaparecer la Unión Soviética y de que merecen tener un rol en el nuevo orden formado tras su desaparición (…) La pregunta es si Rusia va a querer ser siempre un adversario de EE.UU. Tenemos que mover a Rusia de ser siempre adversarios a ser socios de vez en cuando”, ha enfatizado.

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