A lo largo del año pasado, la exsecretaria de Estado y candidata demócrata se fijó como estrategia principal para la seguridad nacional estadounidense reforzar el aparato de inteligencia estadounidense.
Ahora, después de las explosiones que han sacudido a los estados nororientales de Nueva York y Nueva Jersey, su campaña electoral ha explicado por primera vez en detalle la que sería su política de seguridad.
Una prioridad clave del plan "Incremento de inteligencia" propuesto por Clinton será matar o capturar al líder de EIIL (Daesh, en árabe), Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, según ha comunicado este viernes su campaña al diario británico The Guardian.
Desde 2015, el plan de Clinton ha evolucionado a partir de la idea de ampliar los recursos de la inteligencia dirigidos contra Daesh y sus adjuntos a una iniciativa más amplia con un componente interno significativo, encaminado a descubrir y prevenir ataques dirigidos o inspirados por grupos terroristas.
En el extranjero, la campaña de Clinton aborda el aumento de la inteligencia en términos de "aceleración del enfoque en el Oriente Medio". Se trataría de ampliar los intercambios de información, sobre todo a través de los Gobiernos europeos, en relación con los flujos de personas que se unen a grupos terroristas, de dinero y de armas dirigidos a estos grupos.
Además, se dedicarían "importantes recursos" a una búsqueda intensificada de Al-Bagdadi, lo que recuerda al diario británico el esfuerzo del presidente de EE.UU., Barack Obama, por encontrar y matar al líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden.
En reiteradas ocasiones, la candidata demócrata ha sido acusada por su rival del Partido Republicano, Donald Trump, de crear el grupo takfirí EIIL, que opera masivamente en Siria e Irak.
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