El sábado, se libraron por octavo día consecutivo los combates entre el Ejército sirio y los extremistas de la Junta de Liberación del Levante (Hayat Tahirir Al-Sham, en árabe), filial de Al-Qaeda, el Movimiento de Ahrar Al-Sham y el Faylaq Al-Rahman en la localidad de Harasta, ubicada en el este de Damasco, capital siria.
De acuerdo con los activistas locales citados por el portal syria.liveuamap, que da seguimiento al conflicto armado en el país árabe, los militares sirios destruyeron un centro de comando perteneciente a Hayat Tahrir Al-Sham.
Una fuente castrense afirmó que la destrucción de esta sede terrorista resultó en la muerte de una docena de extremistas, entre ellos un emir de dicha banda, identificado como Abu Talal Al-Qabouni.
Por su parte, la aviación militar del país árabe efectuó el mismo sábado varias incursiones contra las posiciones de los extremistas en los suburbios de Harasta.
Las unidades sirias arrebataron además varios puntos a sus adversarios y se aproximan a romper el asedio de los grupos armados a la base de vehículos blindados, en donde siguen atrapados más de un centenar de uniformados sirios.
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha calculado que desde el inicio de las escaramuzas en Harasta, el pasado 29 de diciembre, unos 76 integrantes de los mencionados grupos han muerto.
En los recientes días días, el Gobierno sirio ha desplegado unidades de élite para potenciar las operaciones contra los terroristas en Harasta y desbloquear la estratégica base de vehículos blindados del Ejército.
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