• El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, durante una conferencia de prensa tras su visita al memorial de la paz de Hiroshima, 11 de abril de 2016.
Publicada: lunes, 11 de abril de 2016 10:11

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se ha mostrado emocionado al visitar el memorial de paz de Hiroshima, sin embargo, no se ha disculpado de parte de su Gobierno por la tragedia que provocó su país al lanzar bombas atómicas sobre esa población japonesa.

“Quiero personalmente expresar lo honorado y lo profundamente emocionado que me siento”, ha afirmado este lunes el alto funcionario norteamericano durante una conferencia de prensa en la ciudad japonesa de Hiroshima (sur).

Quiero personalmente expresar lo honorado y lo profundamente emocionado que me siento”, dijo el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

Antes de estas declaraciones, Kerry y sus homólogos del Reino Unido y Francia y de otras potencias nucleares: Japón, Italia, Canadá y Alemania, todos miembros del Grupo de los Siete (G7), han hecho una ofrenda floral a las más de 250 mil víctimas del bombardeo atómico estadounidense.

Sin embargo, el jefe de la Diplomacia de EE.UU. no se ha disculpado ni pedido perdón por la gran tragedia que provocó su país en 1945. De hecho, el domingo un alto cargo estadounidense bajo condición de anonimato dijo que no habría disculpas.

Kerry, que es el primer secretario de Estado estadounidense que visita el lugar, ha explicado que el Museo y al Parque de la Paz de Hiroshima son extraordinarios y han tocado su sensibilidad humana. Asimismo, ha abogado por crear un mundo sin armas nucleares y evitar las guerras.

Al mismo tiempo comenta que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también desea visitar Hiroshima, pero ha comentado que no sabe si el complejo horario del mandatario le permitirá hacer esa visita cuando viaje a Japón el próximo mayo a fin de participar en otra cumbre del G7.

El evento ha tenido lugar pese a las protestas y sentadas celebradas el domingo frente al Parque de la Paz de Hiroshima, donde los indignados condenaban la actitud del G7 y la visita de dichas autoridades a la ciudad.

Las bombas atómicas lanzadas por EE.UU. en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 acabaron con la vida de casi 140 000 personas, y tres días después lanzaron otra bomba en la ciudad portuaria japonesa de Nagasaki (sur), donde murieron 70 000 personas.

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