“Le aseguramos a la nación iraní que no retrocederemos en la defensa de nuestra patria y las metas del Imam Jomeini (que en paz descanse) y los mártires (…) Para cumplir con esta promesa y mejorar nuestro poderío defensivo, no le tememos a ningún poder ni a ningún país”, ha indicado Hatami, citado este domingo por medios locales.
El general de brigada ha destacado que mientras el país entra en la quinta década de la Revolución Islámica, el mundo conoce cada vez más los logros conseguidos gracias a la victoria de la Revolución (1979) en diferentes campos, entre ellos el científico, el social, el cultural, el industrial y el tecnológico.
Sin embargo, ha proseguido Hatami, todos saben bien que los avances alcanzados en los sectores militar y defensivo, en general, han sido los más destacados.
Le aseguramos a la nación iraní que no retrocederemos en la defensa de nuestra patria y las metas del Imam Jomeini (que en paz descanse) y los mártires (…) Para cumplir con esta promesa y mejorar nuestro poderío defensivo, no le tememos a ningún poder ni a ningún país”, ha indicado el ministro iraní de Defensa, el general de brigada Amir Hatami.
El ministro iraní de Defensa ha hecho constar, asimismo, que la nación persa apoyará como siempre a la Revolución y a las Fuerzas Armadas, que no escatiman esfuerzos a la hora de defender la soberanía territorial.
La República Islámica de Irán ha cosechado avances considerables en la industria defensiva pese a las sanciones, llegando a ser autosuficiente en la producción de numerosos equipos y sistemas militares en las cuatro décadas transcurridas tras la victoria de la Revolución Islámica.
Con ocasión de los festejos para conmemorar el 40.º aniversario de la victoria de la Revolución, la Fuerza Aérea de Irán presentó el jueves su primer avión no tripulado (dron) de fuselaje ancho, totalmente diseñado y fabricado por expertos nacionales, y dos días después, un misil crucero de superficie-superficie llamado Hoveize, con un alcance de más de 1300 km, capaz de “mejorar la fuerza defensiva” del país.
Las autoridades iraníes han aclarado una y otra vez que las capacidades disuasivas del país persa no son negociables, aunque también insisten en que su capacidad militar no representa amenaza alguna para otros países y que su doctrina de defensa se basa simplemente en la disuasión.
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