Díaz-Canel, quien dio el jueves las palabras de clausura del Sexto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) de Cuba, denunció la “guerra sórdida” que libra la Administración de Estados Unidos, presidida por Donald Trump, contra la isla con el propósito de ahogar su economía.
“Casi llega a su fin el cuarto y último año del actual gobierno de EE.UU. Comprometido con los sectores más rabiosamente anticubanos de ese país, ha desatado contra Cuba en este período una guerra sórdida, con la absurda pretensión de ponernos de rodillas, de romper la resistencia de la Revolución y obligarnos a realizar concesiones, tanto en política exterior como en nuestra realidad interna. Su fracaso es rotundo y notorio”, indicó
El mandatario cubano mencionó, entre otras “medidas impropias” impuestas por la Administración de Donald Trump, la activación del Título III de la Ley Helms-Burton –que autoriza a los cubanos exiliados en EE.UU. y a empresas de este país norteamericano a demandar a quienes se beneficiaron de las nacionalizaciones hechas tras la victoria de la Revolución cubana en 1959–, las “difamaciones” contra las misiones médicas y las restricciones a los viajes, las remesas y a las llegadas de vuelos y embarcaciones desde el país norteamericano.
Asimismo, en referencia a unas protestas del opositor Movimiento San Isidro, denunció que este año “llovió el dinero” desde Washington para financiar a la “contrarrevolución” en Cuba.
Con todo esto, Díaz-Canel insistió que su Gobierno está dispuesto al diálogo sobre “cualquier tema” para retomar una relación respetuosa y perdurable entre ambas naciones.
Desde 1962, Washington ha impuesto un bloqueo económico contra Cuba a fin de forzar un cambio de Gobierno. Pese a la aparente mejoría de las relaciones de los dos países durante la gestión del presidente de EE.UU., Barack Obama (2009-2016), tras la llegada de Trump a la Presidencia de EE.UU., las medidas contra la isla se han endurecido, cerrando las puertas a cualquier diálogo.
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