“Nuestras fuerzas militares continuarán sobrevolando, navegando y operando donde y cuando las leyes internacionales lo permitan. Y el mar de China Meridional no es -ni será- una excepción”, ha asegurado este martes Harry Harris, comandante de las fuerzas militares de Estados Unidos en el océano Pacífico.
Nuestras fuerzas militares continuarán sobrevolando, navegando y operando donde y cuando las leyes internacionales lo permitan. Y el mar de China Meridional no es -ni será- una excepción”, asegura Harry Harris, comandante de las fuerzas militares de Estados Unidos en el océano Pacífico.
En un discurso ofrecido en la Universidad de Pekín, China, el militar estadounidense ha defendido el envío de un destructor estadounidense con misiles guiados a una zona comprendida dentro de las 12 millas náuticas de unas islas artificiales construidas por China en la citada área, lo que ha suscitado una fuerte oposición de Pekín.
Al respecto ha señalado que las aguas y el espacio aéreo internacionales pertenecen a todos y no están bajo el dominio de ninguna nación en particular, por lo que ha calificado tales acciones de su país como un derecho y un deber.
“El orden internacional está siendo amenazado por Rusia y, de diferente manera, por China con sus ambiguas reclamaciones marítimas”, ha afirmado el militar norteamericano frente a una audiencia conformada principalmente por estudiantes.
Tras afirmar que estas “rutinarias operaciones” no deberían ser tomadas como una amenaza para la región, ha argumentado que tales medidas sirven para proteger “los derechos, las libertades y el uso legítimo de las aguas garantizado por la legislación internacional”.
En tanto y en la misma jornada, la portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, ha urgido a Washington a cesar sus provocaciones en el mar de China Meridional, y a que no realice ninguna acción que amenace la soberanía y seguridad de China.
Hua ha subrayado que China siempre ha respetado y salvaguardado la libertad de navegación y sobrevuelo de otros países de acuerdo con las leyes internacionales, aunque se opone firmemente a que cualquier nación se aproveche de ello como excusa para perjudicar la soberanía y seguridad nacional.
Las relaciones entre Pekín y Washington se volvieron tensas en los últimos años por las reclamaciones territoriales de China y se agravaron con la construcción de islas artificiales por parte del país asiático. Pekín, en reiteradas ocasiones, ha acusado a Washington de tratar de dominar el mar de China Meridional y militarizar la zona.
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