• El presidente de China, Xi Jinping, da un discurso en el Foro de Boao para Asia, celebrado en esta urbe china, 10 de abril de 2018.
Publicada: martes, 10 de abril de 2018 8:09

El presidente de China, Xi Jinping, ha prometido este martes que recortará este año los aranceles para los coches, entre otras medidas destinadas a abrir la economía de su país, con lo que responde indirectamente a uno de los principales reproches de Estados Unidos al deficitario comercio con Pekín.

“China va a entrar en una nueva fase de apertura, porque se está abriendo, no cerrando, y solo se va a abrir más y más”, ha declarado el mandatario chino, anunciando, además, una reducción significativa de los aranceles para los coches este año y nuevas medidas para proteger la propiedad intelectual.

En su discurso pronunciado ante altos responsables internacionales que asistían al Foro de Boao para Asia (BFA, por sus siglas en inglés), el dirigente ha señalado que China no está tratando de lograr un excedente comercial.

La globalización económica es una tendencia irreversible del momento, ha subrayado el presidente chino en clara referencia a la anunciada política arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, considerada por Pekín como una medida proteccionista que en absoluto beneficiará a nivel global a la economía mundial.

China va a entrar en una nueva fase de apertura, porque se está abriendo, no cerrando, y solo se va a abrir más y más”, asegura el presidente chino, Xi Jinping, en relación con el comercio de su país.

 

Este anuncio se produce en un momento en que el inmenso déficit de Estados Unidos con respecto a China, que sumó 375 000 millones de dólares en 2017, es uno de los principales motivos del malestar Trump hacia Pekín.

Después de que el magnate neoyorquino amenazara con imponer derechos de aduana por valor de 150 000 de millones de dólares a las importaciones chinas, Xi se compromete a abrir el mercado chino, a aumentar las importaciones y a proteger los derechos de propiedad intelectual.

El presidente estadounidense acusa a Pekín de prácticas comerciales desleales, especialmente del “robo de propiedad intelectual” y de la “transferencia forzada de tecnología” y que, en opinión del magnate, han provocado el colosal déficit comercial mencionado arriba.

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