“Canadá siempre defenderá los derechos humanos en Canadá y en todo el mundo, y los derechos de las mujeres son derechos humanos”, aseveró el lunes la canciller canadiense, Chrystia Freeland.
El régimen de los Al Saud expulsó el domingo al embajador de Canadá en Riad (capital de Arabia Saudí) después de que la sede diplomática del país norteamericano en el reino árabe hiciera un llamado para la “liberación inmediata de activistas de derechos humanos encarcelados” por el régimen saudí.
Durante una rueda de prensa celebrada en Vancouver (oeste), Freeland hizo hincapié en que Canadá no modificará su postura respecto a los derechos humanos. “Canadá va a continuar haciendo eso”, insistió.
Canadá siempre defenderá los derechos humanos en Canadá y en todo el mundo, y los derechos de las mujeres son derechos humanos”, asevera la canciller canadiense, Chrystia Freeland, tras la expulsión de su embajador de Arabia Saudí por criticar situación de DDHH en el país árabe.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Yubeir, publicó la misma jornada un mensaje en su cuenta en la red social Twitter, donde prometió una “respuesta firme” a las “injerencias” del Gobierno de Ottawa.
En este mismo sentido, dejó claro que el régimen saudí no aceptará ningún intento de interferir en sus asuntos internos. “Lo gestionaremos con toda la firmeza”, dijo en alusión a la crisis con Canadá.
Además de Canadá, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha criticado la ola de “detenciones arbitrarias” de al menos 15 defensores de los derechos humanos en Arabia Saudí y ha advertido del aumento significativo de represión en contra de los activistas en este país árabe.
Arabia Saudí tiene un historial de ejecución y uso de tortura de opositores al régimen, entre los que destaca el prominente sheij chií Nimr Baqer al-Nimr.
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