“No hay previsión para su regreso. Él sabrá cuando lo hace. Puede ser mañana, puede ser en unos seis meses o puede no regresar nunca”, ha afirmado el hijo del expresidente, el senador Flávio Bolsonaro por el derechista Partido Liberal (PL).
Tras indicar que su padre se encuentra de vacaciones para “despreocupándose”, el legislador ha señalado que el líder ultraderechista no teme volver a Brasil, ya que no le preocupan las investigaciones que el Supremo Tribunal Federal (STF) ha abierto en su contra, por su posible participación, como autor intelectual, de los asaltos realizados por sus seguidores a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el 8 de enero.
Al respecto, ha considerado el caso de su padre como un juicio político que no les corresponde a los tribunales, y que “no hay nada que lo implique jurídicamente”, ha aseverado.
El ex jefe de Estado brasileño viajó a Estados Unidos el 30 de diciembre pasado, un día antes de que culminara su mandato. Unas horas antes de abandonar Brasil, pidió a sus partidarios una dura oposición al próximo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro es acusado de “incitación pública” a la práctica de un crimen, al subir el 10 de enero a sus redes sociales un vídeo, que luego eliminó, en el que cuestionó los resultados de las elecciones del 30 de octubre.
De hecho, la Fiscalía ha abierto hasta siete investigaciones para determinar la responsabilidad sobre el asalto a las instituciones democráticas y actos de violencia de los bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria de Lula en las elecciones y defienden un golpe de Estado en su contra.
En este sentido, las autoridades brasileñas han arrestado a unos 1800 partidarios radicales del exmandatario que llevaron a cabo el asalto que duró cerca de cuatro horas. De igual modo, el presidente Lula ha asegurado que castigará a “los golpistas” que promovieron la destrucción de bienes públicos en Brasilia con toda la fuerza de la ley.
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