La primera manifestación de repudio a los actos golpistas de Brasilia (capital), tras la invasión de las sedes de poderes de Brasil por los seguidores del expresidente del país suramericano, Jair Bolsonaro, se desarrolló en la ciudad de São Paulo (sureste).
La democracia brasileña respiró mientras el país vivió una jornada de rechazo y condena a los recientes actos golpistas de los bolsonaristas.
“Rabia”, así ha reaccionado, el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, a los recientes intentos del golpismo en su país.
Al final de la tarde la indignación se expresó en la avenida paulista, uno de los lugares más importantes de la ciudad de São Paulo.
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