“Si hay diferencias entre nosotros debatamos, votemos. No tenemos el derecho a abandonar el pacto social de la Constitución de 1988. No podemos dejar que la desesperación nos lleve a una experiencia fascista tal y como hemos visto en otros países a lo largo de la Historia”, indicó así Lula en una carta enviada el miércoles desde la cárcel.
De igual modo, el exdirigente brasileño hizo un llamamiento a los políticos democráticos para enfrentarse al rival del Partido de los Trabajadores (PT), el ultraderechista Jair Bolsonaro, manifestando que “es el momento de unirnos todos, los demócratas, en torno a la candidatura de Haddad, para reanudar el proyecto de inclusión social y defender la opción de Brasil a tener democracia”.
El antiguo líder sindical, a propósito, destacó que los odios y acusaciones contra el PT se han hecho para que los trabajadores pudieran sacar a 36 millones de personas de la pobreza y metieran a 40 millones en la clase media.
Por otra parte, Lula volvió a señalar que durante su mandato estableció una relación de “confianza” con los pobres, pero también con “los sectores más responsables de la sociedad brasileña”.
Si hay diferencias entre nosotros debatamos, votemos. No tenemos el derecho a abandonar el pacto social de la Constitución de 1988. No podemos dejar que la desesperación nos lleve a una experiencia fascista tal y como hemos visto en otros países a lo largo de la Historia”, indicó así el exmandatario brasileño encarcelado, Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo con los resultados oficiales de las elecciones del pasado 7 de octubre de Brasil, ninguno de los candidatos participantes de esta elección pudieron obtener el 50 por ciento de voto, por lo tanto Haddad y Bolsonaro tienen que medirse en un segundo balotaje el próximo 28 de este mes.
El ultraderechista Bolsonaro se ha caracterizado tanto por sus comentarios racistas como por su alineamiento con la política del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Conforme al último sondeo realizado por el Instituto Brasileño de Opinión (Ibope), Haddad ha logrado reducir la distancia con Bolsonaro, contándo con el 43 % del apoyo, frente a su rival que ahora tiene 57 % de los votos después de haber perdido dos puntos.
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