“Las elecciones en Bolivia son un momento decisivo: la era de la impunidad autoritaria ha terminado. Una nueva corriente de poder popular se está levantando para restaurar la democracia y recuperar las instituciones del Estado, inspirándose en el pueblo de Bolivia, en su heroica lucha”, ha recalcado el coordinador general de la IP, David Adler, en un comunicado publicado este martes en el sitio web del grupo, que agrupa a políticos, activistas y organizaciones de izquierda de todo el mundo.
La organización, que tiene entre sus impulsores también al senador demócrata estadounidense Bernie Sanders, ha considerado que la elección de Bolivia no solo demostró al mundo cómo derrotar al autoritarismo y sus “aliados imperialistas”, sino que también mostró el poder de la solidaridad internacional para defender la democracia en todo el orbe.
Además, ha denunciado que durante las elecciones presidenciales del domingo algunas autoridades del gobierno de facto de Jeanine Áñez intentaron “descarrilar la misión electoral de la IP”, que observaba el proceso electoral, “con tácticas de intimidación en aumento” y amenazas.
“Más de 100 observadores internacionales viajaron a Bolivia a pesar de los peligros de la pandemia de la COVID-19. La solidaridad internacional y el apoyo incondicional al proceso democrático constituyeron un último freno a las fuerzas de reacción, que amenazaban con socavar la fiesta democrática de Bolivia”, ha agregado.
El domingo, el candidato del partido Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, logró alzarse con la victoria en la primera vuelta de las elecciones en Bolivia, unos comicios que tuvieron lugar 363 días después del golpe de Estado orquestado por la oposición y apoyado por EE.UU., suceso tras el cual el dirigente progresista Evo Morales renunció a la Presidencia del país.
Este triunfo ha sido posible pese a los esfuerzos que ha llevado a cabo el gobierno de facto de Bolivia por perpetuarse en el poder con medidas como la postergación de las elecciones.
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