La denuncia ha sido presentada este jueves por el embajador boliviano en Uruguay y representante permanente ante ese bloque regional, Benjamín Blanco, tras un informe realizado por el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, después de visitar los puertos chilenos de Arica y Antofagasta entre el 17 y el 19 de julio pasados para constatar los supuestos abusos cometidos contra los transportistas bolivianos.
Blanco ha acusado a Chile de desconocer las recomendaciones del organismo de reanudar el diálogo para resolver el problema, hasta el punto de intentar "impedir por todos los medios" la queja boliviana.
Chile intentó por todos los medios impedir que Bolivia haga su presentación, incluso desconociendo acuerdos suscritos de informar al Comité de Representantes sobre los avances que se tiene en el diálogo bilateral", ha dicho Benjamín Blanco, el representante permanente de Bolivia ante la Aladi.
"Chile intentó por todos los medios impedir que Bolivia haga su presentación, incluso desconociendo acuerdos suscritos de informar al Comité de Representantes sobre los avances que se tiene en el diálogo bilateral", ha dicho Blanco, en contacto con la página estatal Patria Nueva.
Estas declaraciones de Blanco se producen un día después de que el canciller boliviano informara de la recomendación de diálogo de la Aladi a Chile y Bolivia para resolver el conflicto por el incumplimiento del libre tránsito que establece el Tratado de 1904.
A su vez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha acusado a su homóloga chilena, Michelle Bachelet, de "no escuchar" los llamamientos de la Aladi. "¿Desobediencia o arrogancia?", ha tuiteado Morales.
Bolivia y Chile mantienen dos controversias, las cuales están siendo cursadas en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. En una, La Paz reclama que Santiago le restituya una salida soberana al mar. La otra es una demanda de Bolivia por el uso de las aguas del Silala, que Chile considera un río internacional.
El mencionado viaje de Choquehuanca, rechazado por las autoridades chilenas con el argumento de que no siguió los conductos diplomáticos, ha tensado aún más relaciones entre ambos países. Tanto, que el Congreso chileno ha aprobado exigir visas a los diplomáticos bolivianos, aunque Morales ha reiterado que mantendrá sus visas diplomáticas para Chile, en el marco de su "política de hermandad".
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