Así lo ha declarado este miércoles el agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, en alusión a los plazos determinados por la corte para Chile (un año) y Bolivia (dos años) para que presenten su memoria y contramemoria, respectivamente, sobre el diferendo que mantienen sobre las aguas de Silala.
Estimo que estamos en los márgenes de tiempo que nos permitan como país hacer una postura lo suficientemente clara y vigorosa para hacer valer nuestros derechos", dice el agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé.
"Estimo que estamos en los márgenes de tiempo que nos permitan como país hacer una postura lo suficientemente clara y vigorosa para hacer valer nuestros derechos", ha dicho el también expresidente boliviano.
Dos años es “bastante” para que Bolivia pueda conocer la memoria de Chile, que reflejará en detalle las posturas del país transandino, dado que la demanda de Santiago "es una mera síntesis de sus pretensiones", según Rodríguez Veltzé.
Este ha asemejado el caso de Silala a la causa marítima entre ambos lados, y acotado que “tiene plazos dilatados en el que las partes van conociendo y respondiendo, aportando en sus memorias sus argumentos, que son reservados".
Después de que en marzo Bolivia amenazara con defender el caso Silala en tribunales internacionales, Chile presentó una demanda contra La Paz ante la CIJ con el objetivo de que reconozca el Silala como un río de curso internacional, en contra de las reclamaciones bolivianas.
Bolivia defiende que el Silala nace en su territorio y está formado por vertientes, cuyas aguas fueron canalizadas y desviadas en 1908 al norte de Chile para el aprovechamiento de la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway.
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